sábado, 9 de agosto de 2008

¿Perro o gato?

No hay mucha explicación a la pregunta. A algunos le gustan todos los animales, a otros ninguno. Unos prefieren un perro y otros un gato. Los menos un pajaro, peces, algún bicho tipo iguana, arañas peludas y que se yo.

Para limitar el análisis, vamos con Perro & Gato nomás. Digo yo de forma absolutamente arbitraria que:

Los perros:
1. Más fieles
2. Más dependientes
3. Más guardianes (algunos)
4. Más copados con todo el mundo (algunos)
5. Los hay de muchos más tipos, colores, tamaños que los gatos
6. Son menos temperamentales
7. Suelen ser más compañeros
8. Para demostrar afecto no te traen bichos muertos; te chupan la cara.
9. Sacar a pasear el perro tiene beneficios para tu salud
10. Un perro se entrena más sencillamente que un gato

Y los gatos:

1. Son más autosuficientes
2. Son sin duda más cómodos que los perros: no hay gatos mini-medianos-grandes-gigantes
3. Comen menos que los perros, por más que pagues el alimento más caro siempre va a ser menos el gasto que con un perro
4. Te calientan los pies, el pecho o el lugar donde se apoyen sin aplastarte
5. Son más limpios que los perros
6. Juegan igual de lindo que los perros
7. Cazan ratas, cuando se copan.
8. Si el gato quiere hacer alguna necesidad, lo solucionás con una caja de arena o piedras, jardín o terraza.
9. Son más cómodos, no hay que sacarlos a pasear
10. Siempre caen parados!

A votar!

jueves, 17 de julio de 2008

¿Agua fria o caliente?

La pregunta parece pelotuda de entrada, pero si se animan a leer unas lineas van a ver que...quizás lo sea.

Hace unos días estaba yo por entrar a la ducha del baño de casa. Mañana inusual de invierno con casi 20 grados de temperatura (cuando solemos tener a esta altura del año no más de 1o por la mañana), estaba yo en cueros y listo para meterme cuando recordé que debía buscar una toalla entonces salí del baño y fui a buscar una toalla limpita y nueva (por cuestiones de espacio, no guardamos las toallas en el baño sino en otro lado). Cuando volví mi esposa se había adelantado y estaba prendiendo la ducha.

Hasta acá todo normal, le agradecí y me metí en la ducha. Lo que siguó fue un espanto: agua helada mojándome la espalda (no se por qué, entro de espaldas a la pared cuando entro a la ducha), congelándome la nuca, espalda completa y hasta los pies. Fue como si me hubieran pegado un latigazo, me encorvé hacia adelante y con un grito mudo me di vuelta para prender el agua caliente....que ya estaba prendida, sólo que la canilla no estaba toda abierta.

Me recuperé, voy a sobrevivir, pero esta experiencia tremenda me hizo pensar algo que nunca se me había ocurrido:

¿Qué canilla abro primero, la del agua fria o la del agua caliente? Y a partir de ahí, ¿desde qué extremo busco el balance justo de temperatura, desde el frío o desde el caliente? Y algo aún más llamativo. En Argentina al menos, si yo me paro frente a la ducha, la canilla izquierda representa el agua caliente, mientras que la derecha el agua fría.

Insisto, puede parecer una pelotudez, pero si lo piensan un poco más puede que no: ¿desde qué extremo estás más cómodo?

A votar!

pd: Las asociaciones libres quedan en sus mentes eh. A opinar también ;)

martes, 8 de julio de 2008

¿Dulce o salado?

Qué pregunta! Acá va a haber debate digo yo, porque es muy difícil que a alguien no le guste nadanadanadanada dulce o salado. Si bien es cierto que algunas condiciones nos permiten comer más de uno que del otro (o nada en algunos casos) no quiere decir que uno no lo prefiera. Ej: parece que a mi me sube un tipo de colesterol en sangre producido por el azúcar, más no por la sal.

¿Sabían que lo dulce está relacionado, para algunos psicoanalistas con la sensualidad, y que lo salado meramente con el sexo?

Ah, pero existe otra alternativa...la mezcla! Cada quien a lo suyo yo digo, si sos más de la pizza y la empanada por ese frente, y si te morís por un helado, una torta o algún dulce...a darlo duro nomás. Los que mezclan...¿realmente mezclan?

Me unto de ideas, pero antes de dar más indicaciones, vamos a la pregunta y el debate....

¿Lo dulce, o lo salado?

martes, 1 de julio de 2008

El tamaño....¿importa?

Ya el título te predispuso de alguna forma, ¿no? Este tipo de respuestas son altamente emocionales, pero sobretodo instintivas basadas en tu propia experiencia. ¿El tamaño importa? No más que otros factores podrás pensar, sin embargo quizás seas de los/las que prefieran lo exuberante a lo hábil, lo tremendo a lo sutil.

Por otro lado quizás la respuesta mental que no pronunciás no tenga que ver con este tema sino con cualquier otro que se te ocurra, pero la regla es la misma: ¿importa la cantidad o volúmen, o más bien la calidad y cualidad?

No hacen falta más aclaraciones creo, confuso como pueden ser estos párrafos, el título ya te brindó la respuesta, el contexto a la pregunta se lo ponés vos así que...

A responder!

martes, 24 de junio de 2008

¿Capital o Provincia?

Chan!!

Esta es más local pero voy a tratar de regionalizarla. Sucede que yo si bien nací en la Capital de Buenos Aires, viví toda la vida en Provincia. Es decir, nací en el lugar donde pasan todas las cosas, en la Capital (en este mundo centralizado que tenemos en Latinoamérica) y me mudé a los "suburbios", barrios donde la gente típicamente vive pero no trabaja.

Algunos tienen suerte y logran trabajar allí cerca de donde viven...pero por lo general, en todo el mundo, se vive lejos del "centro" de la ciudad. Aquí, el centro está rodeado por una ciudad gigante que llamamos "Capital Federal" y yo vivo a unas 30 cuadras de ese cinturón gigante que rodea al centro, ubicándome a no menos de 1 hora de viaje desde mi casa, en la Provincia.

Está claro que al no ser el centro o la capital, la provincia carece de cosas que a los que viven en la capital les parecen normales (como el subte, o los taxis ambulantes, u hospitales por todos lados, etc.), y la capital carece de la tranquilidad de la provincia, esa que nos permite disfrutar de cada mañana casi sin ruido de tránsito, ver que todavía hay aves en los árboles (que también escasean en cantidad y calidad en la capital), etc.

Entonces, ¿donde vivirías si fueras a mudarte ahora? ¿En la capital/centro o en la provincia?

Entonces mi pr

martes, 17 de junio de 2008

El malo...

No debe ser una pregunta muy original, seguro este tipo de cosas se dan en círculos de AFs (Altos Freaks), erúctitos del cine y la literatura y por que no, entre pequeños escolares que intercambian figuritas mientras se disfrazan de esta gente.

El villano per se, el anti-heroe siempre ha existido. Sin embargo con el tiempo (la cultura, la transmisión de la misma, la aldea global, Mc. Luhan y la que te parió) aquel sentido ha ido cambiando, variando. Sin ir más lejos, por citar cosas de mi época Freddy Krueger fue para mi la personificación del mal, al igual que Jason durante mucho tiempo, pero ahora puedo decir que es un recuerdo (tenebroso, sí, pero recuerdo al fin), mientras que la imagen de ciertos funcionarios públicos realmente me aterrorizan.

Sin ir más lejos, la pregunta es, ¿quien de estos villanos es para vos, EL villano?

¿Nos podrán salvar Trinny & Susannah?


Antes de pensar que me emputecí, lean con anteción porque esto va sobretodo para los hombres: desde hace unos años se nos ha pedido que cambiemos el rol del "Macho", del "Hombre" rígido y angular y nos han llevado a un mundo donde ninguna de estas actividades nos es ajena:


1. Planchar nuestra ropa, o al menos haberlo intentado

2. Comprar ropa...de colores que antes no se nos hubieran ocurrido.

3. Combinar patrones, colores, texturas!


Y esto ha sido todo un cambio. De pronto, el hombre ya no es un par de jeans y una camiseta, o un traje y sombrero: ahora comenzamos el camino hacia el maniqueismo que las mujeres recorrieron hace tiempo. La moda nos pega si no estamos bien vestidos, y nuevos tipos de "hombres" aparecieron desde el yuppie, a tal punto que hasta hay cosméticos, cirugías plásticas, productos para el pelo dedicados al hombre. Las góndolas ya no son lo que eran en el super: donde antes había una sola filita de cremas para afeitar, ahora hay al menos una góndola entera de espumas, aftershaves y cremas!


Así me encontré un día viendo a dos señoras Inglesas en el cable (no me acuerdo nunca el canal, perdón), que se llaman "Trinny & Susannah" que hasta hace un tiempo se dedicaban a vestir mujeres (típico reality show donde estas señoras le dicen a unas mujeres tristes y feas como ser lindas y felices), dar la vuelta al mundo de la moda y empezar a pensar en el público no explotado: los hombres. Si no han visto el programa, busquen en su tablita de cable, o en internet incluso, son geniales.


La cuestión es que estas mujeres actuan como puente para los hombres, entre el mundo de nuestro placard tradicional y el mundo cool; entre el jean, remera y buzo y la camperita, el cargo y las zapatillas de cuero marrón; entre el traje (saco-chaleco) y el ambo de terciopelo, camisita abierta de lino y pantalón a tono.


Me pregunté entonces si me se vestir, y ante la carcajada en mi cabeza les pregunto: Y vos, ¿cómo te vestís?